A
LA PARCA [38]
Si
me escoges ahora, ¿a quién escribiría?
Déjame
un rato pasear por tus llanuras, /hoy son desierto
Lágrimas
secas parecen los áridos terrenos,
ahí
anidó una culebra rabo seco
y se
enredó en un oasis pasajero.
Dame
a beber un poco de miel.
Rico
saben las dulzuras de tus labios.
Arómate
conmigo, súdate en mí,
pero
déjame ser lo que deseo,
no
castigues por hablar,
pero
cierra la boca si debes hacerlo.
Ya
vienes por mí… ¡más no te atrevas!
¡Tengo
por hacer tantas cosas!
Debo
curar ésta seca tos que me hace doler el pecho
y un
dolor viejo,
que
se nutre de mi estómago.
Ve
por los que se fuman la vida…
Aquéllos
que se envenenan de a poco,
los
que viven llenos de odio y rabia con el mundo,
que
no desean ver el sol naciendo entre las ramas.
Los
que nunca han detallado una gota de rocío…
ni
han visto caer una hoja dorada,
ni
han admirado el brote de un lirio,
ni
han bendecido el arco iris
que
brota de una cascada.
¿Acaso
temes que me vuelva eterna?
Nada
es eterno, ni la luz del día…
Sólo
el tiempo, implacable no detiene su marcha,
invisible,
feroz como los colmillos del infierno.
Apura
el paso que te espera alguien muy enfermo,
de
tanto dolor pide tu regreso.
Hay
una cárcel donde el amor no llega
y la
muerte parece esquiva,
y
por ella se ruega.
¿Ves
a esas chicas que destruyen su belleza?
¿Descubres
a esos hombres que pisotean el amor?
¿Has
visto esos vientres que marchitaron sus flores?
¿Es
la vida el honor que te hace regresar?
Visita
el cementerio y quédate allá,
por
aquí no vuelvas todavía…
Nada
espero de tus uñas negras,
nada
de tu oscuridad,
que
me asusta noche y día.
Quiero
brillar sin que me duela nada…
Cual
en la oscuridad los ojos de los gatos
y
se aman bajo las estrellas,
chillan
y persiguen
para
enredarse entre los dientes,
y aferrar
la vida entre sus garras.
Esperan
por otras noches silenciosas
donde
sus maullidos nos espanten,
y
se renueve el cielo
con
la luz de sus miradas.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 25/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario