miércoles, 30 de octubre de 2013

PARA LA MONTAÑA [5]

PARA LA MONTAÑA [5]

Hay una razón para la montaña, permite que el aroma del bosque te inunde, será la mejor oración del día...

Hoy te mandarán a callar, te dirán que eres una ignorante y que no vales nada, pero si te ves al espejo, te darás cuenta que era mentira, vales lo mismo que todos, y entre todos, tal vez seas mejor que muchos.

Continúo con el musgo pegado de un árbol, con la humedad del bosque, con la virginidad de los claveles que no han sido tocados, y el desperdicio de los árboles que se derriban, para fabricar cajones a donde se siembra la muerte que reproduce la vida.

Un motivo que no dé pena, decir la verdad, muchas veces salirnos de las casillas también es humano, si alguien pretende abofetear el rostro sin motivo, y lanzar sus flechas, con esas rabias atoradas que buscan al más débil para castigar.

Me veo en el cristal de un lago, mi propio sitio, aquí tal vez las alimañas se escondan y me puedan atacar cuando esté dormida, o me regalen palabras lindas de frente, mientras cultivan sus hieles, que me darán si estoy más dolida.

Veo una gota caer, su motivo era éste segundo que ahora es pasado, pero estuvo ahí para que un pez se elevara y buscara un regocijo, y esa razón para que se impulsara

Dejo que la corriente ligera se anime y que terminemos todos oliendo del espeso bosque, de las hojas secas que se amontonan para ser abono, y se renueva el espacio con brotes de pequeñas flores, llegan los mirlos cantores a jugar, a encontrar cariños y danzar amores.

Que nos anime esa alegría que se escucha en su interior, ese olor a vida, a bondad de brisa fresca y limpia para llenar los pulmones, y el alma dé fuerza nueva,  que sembremos ahora que estamos vivos, porque mañana, es el incierto día que proclamé ayer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 15/13





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