viernes, 25 de octubre de 2013

HABÍA UNA ROSA [39]

HABÍA UNA ROSA [39]

Entre todas las flores del campo, había una rosa…
Detallé que sus pétalos parecían labios de mujer,
que sus ramas verdes, semejaban ojos de niña,
que su tallo tenía endurecidas espinas
y al toque de mis manos,
una lágrima púrpura.

Había una rosa…
Entre todas, la más bella…
Los colibríes se antojaban en sus mieles
un batir de alas, una despedida…

Pero la rosa, de a poco envejecía
y entre cántaros de lluvia se deshojaba,
para dejar un cáliz rebosante de dulzura
que se perdía de a poco entre la grama.

Había una rosa /la conocía
Se tornaron blancos sus pétalos al pasar el tiempo,
pisotearon la dulzura de su aliento
y de a poco, desleída entre granos de arena,
fue polvo, fue tierra, madrigal y poema.

Y la rosa ya no tuvo color, su color era el café,
su olor eran los aromas de mi patria
perdidos, con los pies ensangrentados,
y las manos llagadas…

Pero había una rosa, perenne entre todas
que al pasar el tiempo tenía un perfume sin igual.

Rosa entre mis flores la más amada,
¡la madre mía!,
la rosa mujer de mi jardín…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 25/13




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