martes, 1 de octubre de 2013

DORADAS HOJAS [142]

DORADAS HOJAS [142]

Dorado tiempo, pasajero,
más al rato verdores,
la vida se renueva al instante,
los otoños no son la edad, son el tiempo,
el instante de la lluvia sobre un suspiro,
la transformación, el cambio.

Hojas secas no han muerto,
retornan convertidas en oro,
abono para tu propio árbol.


Regresan al sitio de donde llegamos
a nuestra parcela prometida,
para dejar un legado de chicos felices
que danzan con el viento.

¿Acaso no era Rey el viento?
Ha resucitado, se empeña otra vez, 
regresa a ser poema, le hace el amor a un verso.


Nace una elegía y se convierte en llanto,
para luego ser música en las manos limpias
sobre las teclas que dan sentido a la vida.

Retorna el invierno,
brotes que parecían no existir, aparecen.
El cielo ha donado sus lágrimas,
el sol ha regalado sus besos tibios,
y ante nuestros ojos que no desean ver,
aparece como magia, la vida.

Viste de verdes, se volverán gigantes.
Caen cualquier tarde sin golpear fuerte,

bajan en una danza sutil,

son beso tibio de niño descalzo

y se quedan dormidas
bajo los pies de su árbol.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 1/13 














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