Mi madre
POR
TU CASA [133]
Hoy
pasé por tu hogar,
estabas
enredada en tu mundo
dolida
y apartada,
con
esa soledad que te amaña...
Hoy
me convencí que estoy mejor que tú
desde
un sitio de alas abiertas
desde
una barca inmensa
donde
blancas aves reposan
en
una quebrada cantan miles de aves
y
se estrellan con las luces del alba.
Me
di cuenta que el dolor no existe,
es
un ave pasajera
que
en otro espacio recuerdo con nostalgia.
¿Pero
sabes qué?, aún estoy un poco triste
no
quería regresar a casa, no aún...
Debía
tocar tus blancos cabellos como los míos,
tenía
que aprisionar en mi pecho un niño nuevo
y
sonreír, viendo otra vez al sinsonte en mi ventana.
Algo
se ha quedado, ¡pero no estés triste!
¿No
sientes a veces un frío a tu espalda?
¿No
canta un ave diferente cada día en tu árbol?
¿No
llega un rocío que limpia tus ojos y les pone brillo?
Un
permiso he pedido a mi Jefe, /el que tanto nombras,
y
voy a ese sitio entrañable donde mis hijos están,
los
visito uno a uno, y me quedo otro rato
en tu hogar.
Ese
instante de libélula azul, de abeja zumbadora,
y
sobre la flor única que posa triste y desnuda,
dejo
un beso,
te abrazo para que descubras que estoy contigo
y retorno con mi niño a
casa...
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
septiembre 3/13
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