miércoles, 11 de septiembre de 2013

LA NOCHE [103]

LA NOCHE [103]

Aparece mi radiante luna, una promesa,
tan siempre viva y dorada,
un gigante placebo para sanar el alma.

Espero a mañana linda amiga,
que puedas cambiar el semblante de las olas;
me encantan si están enojadas
y parecen volar como  gaviotas.

Aprendo contigo cada verso,
deseo construir  una oda,
eres mi maestra de la  noche.
Si estamos las dos
nos acompañamos del canto del búho,
nos abrigamos con esa luz
que nos encuentra a solas.

¿Ha de preocuparme algo más?
Cada día trae su afán,
y cada noche parece morir un cóndor,
pero el alba anuncia cantares, aunque todos lloren,
y continúa el arroyo manso
hasta convertirse en río violento.

Espero el llamado del viento,
me antojé ésta vez,
es un vicio repetir hasta el cansancio
pues descubrí su voz en mi silencio,
y su cantar me llena de vida al suspirar…

Ahora inicia de nuevo un aguacero,
se de las angustias de la gente.
Gotas mojarán sus vestiduras,
niños sentirán un son repetido
entre sus almohadas,
y llorarán de nuevo las cigarras
ante el brillo de otro día,
sin más abrigo que las sombras.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 11/13



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