CREER [72]
No creo en la voz del hombre, 
sólo confío en la voz del viento,
quien me ha traído maravillosos regalos 
envueltos en perfumadas flores.
La voz del viento, ¡ahí estás!,
me hablas al oído y penetras como un torrente,
a ese cofre alma que habita en mí...
Creo en lo que ven mis ojos y en lo que no
ven,
en tu susurro amoroso sobre las hojas ,
en eso creo también.
En el sonido de un vientre,
en el despertar de una oruga 
para ser hermosa entre todas las flores.
La voz del viento, ¡tan hermosa!, ¡tan pura!...
Tan de ese Dios a quien cambiamos de nombre, 
pero es el mismo para todos
sin engaño ni falsedad, 
sin arrastrarnos por el piso, 
ni pelarnos las rodillas...
Creo en los caminantes descalzos 
que pelean por el sustento de sus hijos,
más no creo en políticos 
ni fanáticos de ninguna religión, 
sólo en ese maravilloso Jefe 
de mi parcela mundo en donde estoy, 
siendo gota de rocío 
que se deslíe ante el sol.
Creo que si has llegado a mi vida entre un
suspiro
es porque eres el sueño estrella, tan esperado,
y esa ilusión que palpaba, 
como luz clara en días aciagos.
Por eso me atengo a tu voz,
a descubrir que eres vida,
y que sin tu jadeo sobre mi boca, 
moriría… 
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 17/13
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