AVISO [117]
Te avisaré el día de mi muerte, te lo aseguro,
una mariposa rondará en tu ventana y un frío de ausencia delatará que estoy en
casa.
Más no estarás triste, porque habré dejado el
dolor y la melancolía, danzaré bajo la lluvia de cualquier cielo azul, y todas
las primaveras estarán conmigo.
Cuando mis ojos estén claros como el agua de
un manantial, y esté fija la mirada, ya no quedará ni la sombra de mi
presencia, porque mi huella serán los ojos de mis hijos, y las estrellas de mis
pequeñas letras.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre/13
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