ATRAPADA
[115]
Otra noche atrapada viendo tus imágenes,
luces de colores en otros campos,
ahí navegan mis tristezas.
¡Si tus sonrisas de otros tiempos regresaran!
¡Si abriera la vieja puerta, y ahí estuvieras!...
Atravieso el espejo, te nombro cada día,
busco en tu mirada mis ojos, y me pierdo en ellos,
me quedo entre tus labios y silencio...
Atrapada estoy en el mismo sillón
vacío...
Soledad se acuña, la misma suciedad,
las mismas manos sin descanso,
y una golondrina pasa veloz de nuevo.
¿A dónde van tus premuras a ésta hora?
¿Qué navío esperas para tu descanso?
Una nota escucho y es mi propio llanto,
una queja parece quedarse entre mi
falda
y susurro despacio tu nombre,
¿acaso escuchas?
No ha podido el tiempo,
ni la cigarra se ha secado con calor
intenso
ni ha dejado de chillar cada otoño,
mientras caen las hojas incesantes
y el huracán las lleva hacia otros
cerros,
y otros montes...
¿Acaso es mi culpa éste loco amor?
Desde siempre, a pesar de tu olvido,
desde antes que estuvieras ya te amaba
para vivir muriendo al soñarte cada
día.
Atrapada en el ámbar de tus ojos
en ese nicho indescifrable de tu alma,
me dejo ser, porque te quiero,
y permito repetir el atoro en mi
garganta
ante la impotencia de no verte
y la felicidad de amarte.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 10/13
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