jueves, 4 de julio de 2013

ROSARIOS [165]

ROSARIOS [165]

Quiero dejar en ti 
mi pequeño rosario,
mis manos de sembrador
en el desierto.

Descubrirás las sonrisas de las aves
al cantar de la lluvia tempranera
y al asomo del sol brillante.

Te darás cuenta que la vida pasa
siendo una corriente de agua fría
que se pierde en un callado lago.

Quiero dejar un poco de mí
sobre tu huerto,
descubre al colibrí
de tornasoles divinos
zumbar cual insecto
sobre la flor más dulce.

¡Como brillan luciérnagas en la noche!
¿Serán lágrimas que guarda el cielo
con los broches perlados
en el corazón de alguien?

Deben ser las miles de perlas de sal
que en otro diluvio se convertirán en rosarios.

¡Esos son los luceros de la noche!
¡Ese el brillo de un diamante escondido en la roca!

Cuántas ancianas han entregado sus cosechas,
jóvenes que parecen viejas,
viejas que se arruchan bajo la sombra de sus pesares,
en tanto se escucha de otras mujeres
voces sepulcrales que las alaban.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 4/13  

No hay comentarios:

Publicar un comentario