MARIPOSA
[35]
Al
arribo de una mariposa
vemos
sueños cumplidos,
un
hada de bello vestido
que
en mi jardín reposa
de
colores majestuosos.
¿Quién
le habrá adornado?
¿Quién
pequeños ojos dorados?
¿Quién
tallado joyas en sus alas?
Ella
vive feliz su existencia
siendo
monja enclaustrada
fabrica
su cárcel
para
abrirla enamorada
y
ser la dueña del valle.
¡Danza
mi niña pequeña!...
Viene
tu amor de rojo traje;
con
un silencioso beso
quiere
dentro de ti grabarse.
Dulces
copitos de nieve
como
perlitas de río
esconden
entre su nido
lo
que serán mañana.
Y
entre el ruido de la tarde
con
fervor de gitana:
¡Qué
hermosa que te engalanas!,
para
morir cuando más feliz,
cuando
más radiante,
¡silenciosa
entre las ramas!...
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 27/13
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