EN EL VIENTO (20)
Voy a dormir
viendo hacia tu montaña.
Seguro que estarás conmigo
cuando detalles la
luna
y adivines mis ojos
en ella.
¡Pero qué hermoso!
Despierto escuchando sones españoles.
Te recuerdo, y una leve sonrisa;
tu poema, tu voz enclaustrada.
No te has marchado…
Un retazo tuyo está en mí
y un poco de mis letras tal vez recuerdes
con ese azaroso viaje,
donde siempre una mala mujer
interrumpe lo iniciado.
Ya no hay dolor…
Escucho de vez en cuando tu voz
tan fuerte y arrogante,
tan dulce y querida
que me conformo con sólo tocarte,
en el viento que trae tu aroma.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 28/13
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