SOY
ERMITAÑO /A Raquel Rebaudengo [128]
Te
veo entre el fulgor de dorado traje.
Amanecida
en tus playas,
de
ermitaño vago,
y
entre el sonar de una voz
desde
mi casita robada,
escucho
palpitar el mar
con
sus viejas tonadas.
Entre
las niñas radiantes
que
parecen tener prisa
sus
aguas oscuras presiento,
se
irán con la brisa.
Cantares
de viejas gaviotas
entre
las olas cansadas,
descubren
en sus entrañas,
¡que
la vida ya no es nada!...
Más
de nuevo,
con
la fuerza de mi corazón inflamado,
tomo
la carga del día y persigo tu casa.
¡Qué
hermosa niña caracola!
Me
has regalado tu cofre
para
que con mis pasos torpes
aprecie
lo que me has donado.
¡Qué
bellas están las rocas!
Los
grises combinan con los dorados,
el
arenal caliente entibia mi cama
y
el mar me besa de nuevo
lanzando sutil carcajada.
Con
mi carga a cuestas te busco,
¡has
de estar en algún lago!,
pero
al levantar el rostro
y
descubrir tu paisaje
veo
que nunca has marchado
porque
vives a mi lado.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 13/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario