DAYANA/
A Luis Eduardo [70]
Quiero
un poema para mi novia,
primera
ilusión de ojos negros,
palmera
que movió mi corazón
al
impulso de adorarla.
Para
esa mirada quiero un verso,
para
su boca que se quedó en la mía,
sus
pechos que parecen tórtolas temblorosas;
para
sus manos, una linda poesía.
Me
enzarzo en su larga cabellera,
Que
de noche oscura llega a la cintura,
y
entre mis dedos jóvenes enredo,
como
un adviento lleno de hermosura.
Un
poema para la novia mía,
la
primera, no sé si la última,
pero
la que llenó mi corazón de fantasías;
por
quien desvelo cada noche,
para
dormir de día.
Y
entre su boca, mi boca.
Mi
delirio, su voz amañadora
mientras
crece el tiempo en nuestro cuerpo,
cual
rosa bella tatuada en la aurora.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 22/13
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