CASCADAS
[140]
Escucho
su voz
tan
suave y dulce
entre
cánticos de aves
ranas
de colores, encendidas flores,
que
vuelan de rama en rama…
Besan
las rocas
y
sus faldas de novia se pierden
besando
todo a su paso,
produciendo
pausadas brisas
sus
cristalinas aguas.
Entre
sonares, el sol brillante…
Diamantes
sobre el pecho de María
viajan
cantando gotas de rocío,
versos
de amor en miniatura,
felices
de la vida.
¡Allá
va!... /gritan los niños del bosque,
vamos
tras ella, que lleva mucha prisa,
no
tiene descanso y se agita
como
esposa virgen en primavera.
Deja
a su paso los ocres desteñidos,
¡qué
divinos se ven los peces!
¿Ves
en un rincón oscuro sus ojos?,
juegan
al amor con un lucero…
Y
el cielo se copia en sus divinas aguas,
es
la vida el manantial,
nutre
de amores y esperanza la tierra
danzando
siempre, felices de existir,
sin
más motivo que regar y bendecir.
Entre
perlas tan pequeñas donde cabe el cielo,
miles
de collares se bordan,
tantas
rosas vistió de púrpura en invierno,
¡tantos
amores nacieron en sus riveras!
Y en
el fondo de sus aguas claras, palpita la vida,
esa
magia de un Creador de sueños
y
al fin, en cualquier amanecer soñado,
se
confunden en un lago,
para
morir enmudecidas.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 8/13
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