sábado, 22 de junio de 2013

GORRIONES (34)


GORRIONES [34]

Se acercan las lluvias y los gorriones.
No he de estar triste, no hay soledad,
he reído mucho hasta llorar
y me acompañan mis niños, desde su alar.

En su gracioso canto me embelesaba,
un poco de oro sobre el tablado,
la máquina, el maíz convierte en vida
y ellos felices por ahí, saltando en la cocina.

De aquéllos días llenos de gloria
donde un pedazo de arepa y agua de panela,
donde un caldo de cebollas,
unas manos... unos ojos...
crearon de los sueños,
más de una victoria.

Y al sonar de campanas de la vieja iglesia
se elevan de nuevo las oraciones,
¡corre mi vieja por su rosario,
y saltan los niños de los rincones!

Y el gorrión de ocres y brillantes alas
deja un suspiro sobre las ramas,
se aleja manso y tranquilo
para anidar escondido entre los pinos,
donde tantas veces, picos hambrientos,
parecían matizadas flores de clavellina.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 22/13


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