sábado, 22 de junio de 2013

EN MI LAGO (33)

EN MI LAGO [33]

En mi pequeño lago
la pradera despierta con el canto del grillo,
los toches de agua, las gallinitas de patas largas,
los búhos de la noche que gimen o cantan.

¡Aquí  todo es tan bello!
No tiene motivo el corazón de quebrarse,
ni tienen mis ojos otra razón, que admirarles.

Sus acolchados de seda,
sus ojitos como lunas llenas,
sus carreras y afanes por tesoros mínimos
que saltan por su vida con ganas.

En mi lago todo es hermoso,
hasta los caimanes que esperan sigilosos mi nado,
hasta la brisa que mueve los cañaduzales,
hasta un leve suspiro que pasa por mi lado.

Y navego... los llamo, los beso, los acaricio,
les entrego todo lo que tengo sin pedir nada,
y al cerrar los ojos, me ausento con ellos.

Un temblor pequeño, de vidas que claman,
de voces de ángeles que inspiran el alma,
y navego, sí... navego en mi muerte pequeña,
en una laguna donde nacen lotos perfumados,
y ellos me siguen, con sus andares pausados.

Mientras la marea continúe tranquila,
estarán a mi lado…

Raquel Rueda Bohórquez

22 6 13 

No hay comentarios:

Publicar un comentario