FRÍOS
[39]
Aquí
no existe frío, porque hay amor
¿Será
verdad que lo que se escribe
Lo
dicta el corazón?
Solemos
ser más helados que un témpano de hielo
pero
cuando nos toca sentir su calar en los huesos
nos
miramos a los ojos como amigos.
Hay
mucho frío de amor en los corazones,
más
si alguna vez, ateridos los dos,
nos
encontramos solitarios y hambrientos,
nos
devoraremos y dejaremos de ser tan amigos,
pues
el hambre enmudece,
nos
convierte en seres pálidos en el desierto,
allá buscamos no herir, sino hallar un contento,
que
vuelva tibios los labios y ardientes los besos.
Tiemblan
mis piernas, más son de ardor por la vida…
Canta
mi corazón como un campanario, si te veo,
tiembla
una lágrima que pugna por salir de mis ojos
pero
ante tal neblina, se congela, como mi alma.
A
pesar de tan ateridos pensamientos,
encuentro
tu llama encendida:
¡Ábrete
sol!...
Desnuda
de tu corazón el idilio
para
que reverdezca la montaña,
y
los blancos templados se vayan,
se
conviertan en divinas cascadas,
que
como novias solitarias
buscarán
el mar de sus ensueños,
al
convertirse en quebrada.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 22/13
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