EL
MAPLE [87]
Bajo
un Maple de verde traje
iniciando
primavera te encontré.
A
la vera del camino tus manos,
tus
ojos candil encendido,
arropada
por tus bellas hojas
fuiste
mi sueño febril.
Pero
pasaba el tiempo
y
a cada visita en verano,
tornan
de dorado sus hojas
para
terminar ensangrentado.
Mucho
lloré por tu ausencia,
al
sentirte lejano,
sin
una despedida
fue
inmensidad el llano.
Marcharon
las aves al cielo
y
me quedé con el árbol
donde
tallamos las manos
con
tu imagen querida.
En
éste total invierno
casi
te convierto en sauce,
bajaron
sus rojizas hojas
formando
una alfombra
donde
te espero con ansias.
Y
al desnudo de sus ramas
presiento
que faltó mi otoño,
más
sus brotes anunciaron
que
en otro tiempo retornarán verdes
como
tus amados ojos.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 13/13
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