lunes, 24 de junio de 2013

UNA LOBA (22)


UNA LOBA [22]

Te llamo una y otra vez,
no es hambre de luna,
es que tengo sed de tus labios,
tengo miedo de mi propia piel,
no quiero morir sin tocar la tuya.

En la noche busco al navegante,
al cayado que dirige mi destino.
Le llamo con aullidos que se alargan.

¿Encuentras acaso el significado?
¿Has pensado, cuántas veces,
mis angustias han desvelado éste pedazo de vida
clamando del cielo la estrella perdida
que se oculta de mis ojos
y se aparta de mí, día a día?

¡Nada te importa!, volteas el rostro.
Has visto a una zorra nueva,
¡tiene la piel fresca y brillante!,
tacones altos y ojos esmeralda,
mueve la cola y la bate sobre tu hocico
levanta lo que te gusta,
 y me abandonas aprisa.

Todo lo que he vivido a tu lado
es sólo una sombra,
como del estero la luna,
de la selva los búhos llorones,
y del alma dolida sus quejas.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 24/13 


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