miércoles, 1 de mayo de 2013

HIDALY (186)

HIDALY (186)

Al desnudar el alma,
la mariposa al fin abre sus alas

y de su cárcel un vuelo,

de una flor su esperanza.

Es aquí donde el terciopelo de la vida,
luces de colores, viejas heridas,
sellamos con un beso en sus tristezas
y abrimos sendas en cualquier camino.

Un espino tal vez sobre la marcha,
una roca nos quiebra y levanta,
un abrazo, si el tiempo acusa;
un vino espumoso en nuestras manos.

Si tal vez a ratos olvidamos
que brindar es tan cierto como amar,
es por ti Hidaly, que hoy he de brindar,
para que en tu huerto 
habiten las sonrisas.

Y del campo, 
el verde esmeralda,
del cielo tornasolados matices,
del ayer, el esfumado humo de un cigarro,
de hoy, el aliento de un Dios vivo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 1/13

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