miércoles, 29 de mayo de 2013

A MI PRINCESA [14]

A MI PRINCESA [14]

Caminando por ahí, te encontré.
Eras la más hermosa entre las flores.
Pequeña y dulce entre mis amores
Que en un jarrón de cristal guardé.

Siguen pasando los días…
Camino cual león enjaulado.
Siendo un canario prisionero trino
Y me aparto de la pesadez del mundo.

Ya no soy de aquí ni de allá…
En una pequeña herida de la roca me sostengo,
Y un poco de rocío que baja por la ventana
Siempre será ese amor, que por ti siento.

Nada será como antes… ¡nunca!…
Desde que mi hermosa flor marchó,
Sus pétalos quedaron en mi estancia.
A veces huelo su perfume, su esencia
Que vaya silenciosa por mi casa.

¡No te escondas princesa!... cada vez te busco más.
¡Qué alejado está el mundo de la verdad!
En medio de mi espanto y sorpresa, huyo,
Para acercarme a un cristal vacío
Que me canso de regar.

Y a veces, si quiero dormir,
Vienen las febriles noches de llagas dolorosas,
Los sonidos de buitres que devoran tu carne,
Entonces grito, para enmudecer en un instante
Al oler de nuevo tu fragancia…

¿Qué sombra mágica eres reina mía?
¿Qué sutil aliento de vida me regalas?

A veces, el descontento me toma, te reclamo:
¿Por qué te has ido si  también quería ir contigo,
Si también tengo llagadas las manos y el pecho,
Y temo doblar las rodillas para herirlos?

Creo que estoy muda… mi propia sombra me asusta.
Temo abrir la boca para saber que no estás.
¿A quién le contaré de mis quimeras y sueños?

¿A una lápida donde descansa un ave solitaria?
¡Es una garza blanca que tiene quebradas sus alas!

Veo tu retrato en la pared, para quedarme contigo en tu mirada
Y retornar al valle de tus ojos, y vivir, ¡sí!, vivir muy lejos;
Donde la cruel vida no me alcance.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 29/13











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