NO
ES UN BESO [126]
Amor mío, no es un beso,
son tus labios pegados de mi piel
parecidos a la lluvia
Amor mío, no es un beso,
son tus labios pegados de mi piel
parecidos a la lluvia
sobre
una flor sedienta.
Es el arrullo que se abraza
de mi propia brisa
donde entregada
parezco una sospecha inconclusa.
Se quedaron las sábanas
Es el arrullo que se abraza
de mi propia brisa
donde entregada
parezco una sospecha inconclusa.
Se quedaron las sábanas
sin
el ardor del momento,
y los pecados sin aposento.
No fue tu boca,
es la humedad de tu lengua en la mía
al sol de mis gemidos,
con las ardientes dunas
y los pecados sin aposento.
No fue tu boca,
es la humedad de tu lengua en la mía
al sol de mis gemidos,
con las ardientes dunas
que
nos consumieron.
Es un sueño que no tuvo alas,
en su viaje las podaron.
Pétalos esperaron el cirio anhelado
encendido en la hoguera de mis piernas.
No es un beso mi amor,
fue el huracán que me arrolló a tus brazos
y en cualquier tarde me dejó esperando
un manantial y un ocaso.
Y así, ¿para qué pienso en ti?
Lo que se fue no regresa;
son de los años la torpeza,
pero de ti, ausencia y olvido.
Es un sueño que no tuvo alas,
en su viaje las podaron.
Pétalos esperaron el cirio anhelado
encendido en la hoguera de mis piernas.
No es un beso mi amor,
fue el huracán que me arrolló a tus brazos
y en cualquier tarde me dejó esperando
un manantial y un ocaso.
Y así, ¿para qué pienso en ti?
Lo que se fue no regresa;
son de los años la torpeza,
pero de ti, ausencia y olvido.
¿O serás, el recuerdo de tus labios
buscando los míos?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 7/13
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