BENDITA
CEBOLLA [128]
Bendita luna de Miguel,
el poeta que la vio prendida del cielo
y que apaciguó el hambre de los pobres,
en ese mañana que se convierte en hoy
cada segundo.
Bendita sal y luna que se juntaron
para llenar tripas vacías
Bendita luna de Miguel,
el poeta que la vio prendida del cielo
y que apaciguó el hambre de los pobres,
en ese mañana que se convierte en hoy
cada segundo.
Bendita sal y luna que se juntaron
para llenar tripas vacías
y poner corazones contentos
llenos de amor y oraciones aprendidas,
bajo el abrazo mañanero del sinsonte cantor.
¡Bendita sal de la vida!
Sin ella hubiese sido imposible aprender
que el salobre dolor fue alegría y sazón
donde a ratos, pocas veces,
sentimos hambre de amor,
llenos de amor y oraciones aprendidas,
bajo el abrazo mañanero del sinsonte cantor.
¡Bendita sal de la vida!
Sin ella hubiese sido imposible aprender
que el salobre dolor fue alegría y sazón
donde a ratos, pocas veces,
sentimos hambre de amor,
como
en aquéllos tiempos;
esos viejos tiempos que se tallaron a fuerza de llorar
y se convirtieron en obras grandes.
Bendita arepa donde el amarillo fue oro,
manos que bendijeron y amasaron con cariño,
volvieron tibias las mañanas
esos viejos tiempos que se tallaron a fuerza de llorar
y se convirtieron en obras grandes.
Bendita arepa donde el amarillo fue oro,
manos que bendijeron y amasaron con cariño,
volvieron tibias las mañanas
y
dulces los atardeceres,
para soñar con días de lluvia fresca,
cultivos amañados al sol
para soñar con días de lluvia fresca,
cultivos amañados al sol
y
bordados en madreselvas.
Benditos gorriones que llenaron de dulzura el hogar
y con los mendrugos se contentaron…
Cuántos, ¡qué dolor!,
Benditos gorriones que llenaron de dulzura el hogar
y con los mendrugos se contentaron…
Cuántos, ¡qué dolor!,
de sus manjares forman basureros
y de sus vanidades olvido…
Bendita cebolla que se agrandó para ser fuerza,
para ser energía y llenar las mentes de estrellas,
con ese algo que llevan por dentro
que a ratos nos vuelve sabios arañadores
y de sus vanidades olvido…
Bendita cebolla que se agrandó para ser fuerza,
para ser energía y llenar las mentes de estrellas,
con ese algo que llevan por dentro
que a ratos nos vuelve sabios arañadores
en
medio de tristezas,
y otras cuantas, poetas llorones,
robándole versos al recuerdo.
¡Bendita madre!... ¡bendita!...
Sus 17 gorriones volaron, y ella se quedó sola,
viajó temprano hacia la torta de oro soñada
y se quedó por siempre volando
hacia el ocaso diseñado para las águilas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 6/13
y otras cuantas, poetas llorones,
robándole versos al recuerdo.
¡Bendita madre!... ¡bendita!...
Sus 17 gorriones volaron, y ella se quedó sola,
viajó temprano hacia la torta de oro soñada
y se quedó por siempre volando
hacia el ocaso diseñado para las águilas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 6/13
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