lunes, 1 de abril de 2013

BUSCANDO A DIOS [145]

BUSCANDO A DIOS [145]


No busquemos a Dios donde están los ídolos de barro,

Él está en cada hoja que danza, con los suspiros de la brisa.

Permanece sobre las calladas y grises rocas,
se renueva cada segundo en el cielo
habla con la voz de mis niños y ve con sus ojos.

Dios no está en palacios dorados...
Búscalo bajo una rama reseca,
sobre una montaña si un cóndor se eleva,
bajo las aguas del mar y sobre ellas.

Encuéntralo prontamente... Está a tu lado...
Palpita con tu propio corazón,
suspira con tus pulmones
llora cuando hieres, matas y acuchillas...

¡Levántate!... Dobla las rodillas un segundo
porque mi Jefe nos reclama para su obra;
una mirada compasiva, 
pues mis niños emplumados tienen hambre
y es nuestra razón, llenar de alegrías sus picos
elevando con ellos nuestra alma. 

Llena de verdor tu estancia,
sus pulmones mueren a la vez con mi madre,
la negra que hace brotar semillas y flores
y nos pide a gritos que bajemos la guardia
porque pronto, no quedará nada. 

Calma esa vanidad y esa soberbia,
no pediré más de lo que necesito
pues en un segundo,
su blanda mano estará sobre mí,
veré que pronto marcharé 
tan desnuda como la playa
y tan vacía cual globo de cristal. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 30/13


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