¡ANÍMATE!
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¡Hola¡…
¡ánimo!...
No
te dejes abatir por el mal tiempo
un
nuevo día aparece, no hay duda,
la
oportunidad de ver un paisaje cambiante
aunque
parezca el mismo.
¡No
te desanimes!, la vida es un regalo
no
sabes lo que trae dentro,
pero
no deja de ser una sorpresa,
cada
segundo lo es.
Déjate
querer, no desconfíes de todos…
Busca
en la fe el amparo a tus angustias,
calza
de nuevo tus zapatos viejos, /esos no lastiman.
Ven
a mi ventana a reír un rato
un
poco de alegría no es hurtada,
un
poco de felicidad mientras todo pasa.
Como
la brisa, dadora de vida
que
hace bailar la pradera y llena mis pulmones,
que
hace levantar las olas,
y
muestra su picacho orgulloso
y
ante nuestra vista lo desaparece…
Aquí
está esa luz, esa energía, ¡tómala!…
Que
nada apoque tu alegría,
no
dejes que nadie te lastime.
Muchas
heridas están cerrando,
no
permitas que nadie las abra de nuevo.
Avanza
hacia la montaña,
busca
la cima, levanta la mirada…
Nada
impedirá que tus sueños sean alcanzados, aquí o allá.
La
muerte es un paso hacia la vida eterna,
pronto
a esa cima llegarás.
Levántate
y alza el rostro, que nadie más te humille.
Eres
una flor hermosa en éste desierto,
no
todos te odiarán, no todos te lastimarán…
Dame
la mano, vamos a caminar un rato…
Descansaremos
en cualquier rincón del camino
bajo
un frondoso roble, sin miedo a la vida,
que
la vida es ya, ahora, en éste segundo.
Mañana
es incierto,
aprovecha
tu hoy con quien te quiera.
Abandona
esos viejos amores,
no
existen sino en la mente,
y
levanta el rostro hacia la cúspide de la montaña,
allá
esperan tus sueños de alas abiertas
para
volar contigo como un cóndor.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
marzo de 2013
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