COMO
UN CENCERRO/ A Erika Odette [86]
Déjame
pelear contigo mi toro bravo,
alisto
mi traje rojo, mis sandalias negras,
preparo
el armamento de mis brazos
para
una lidia justa.
Dame
a beber de tus labios,
levanto
la capota para que me veas
que
te asombres ante los pomelos de mis pechos.
Disfruta
de la guitarra de mi cuerpo altanero,
deléitate
de mí, que como un cencerro espero.
¡Y olé! mi amado toro, mi
dulce cariño,
mira
que mi traje es el desnudo de la piel
huele
a canelas, a flores del campo.
Mi
deleite es morder las pequeñas flores de tu pecho
morir
de pasión, perdida entre los mordiscos de tu boca.
¡Ven a danzar conmigo!
Quita
las sábanas, el piso está muy frío,
la
mesa está coja, la tina… ¡sí, la tina!
tiene
fragancia a rosas y los pétalos esperan por ti.
¡Ah mi amado!... ¡cómo
te quiero!
Con
tus manos harás conmigo lo que desees,
musito
tu nombre, mi deleite es vivir contigo,
mi
pasión, sonreír al escuchar un pasodoble
y
tomar tu cuerpo en el mío,
para
saber qué estás en mí.
No
permitas que termine,
vamos
a colocar de nuevo la pieza,
la
escucharemos mientras repites
te
doblas cual campana por mi carne.
Que
ésta locura sea infinita
que
sigan sonando las campanas de mi corazón
y
que nos juntemos en oración,
porque
sólo vivo para ti.
¡¡Y oléee!!
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 6/13
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