A
PASO LENTO L4R (5)
Se han desvestido los árboles;
Ha
pasado el tiempo ligero, veloz;
Se
ha desvanecido entre mis manos,
Se
ha esfumado sin pesar alguno.
Observa,
¡no ha quedado ni el rastro!
Se
ha olvidado la voz de los cantores,
La
pradera tiene un ocre, un gris…
Una
mariposa no diviso,
Un
zorzal no advierto…
¡Pero
si te contara!...
Aún
parece dorada la vida,
Hondas
heridas van quedando,
Más
el tiempo
Es
un avezado doctor que sana
Permitiendo
después de una tarde gris
Un
día engalanado.
Ven,
acaricia mis manos…
Toma
las flores de mis pechos en tu boca,
Hazme
sonreír al ver pasar las gaviotas
Y
al descubrir a un ave trinando
En
una reseca rama.
¡Qué
divina es la vida!
¡Amo
vivir a pesar de todo!
Sin
importar la soledad…
No
me quejaré más,
Pero
dejaré caer una gota de rocío entre tus labios
O
sobre las rosas ausentes en tus manos.
Ayer
se fue, no hay nada…
Quedó
el sabor del ponto en mi piel,
Ansiosa
marchó la cigarra,
Vacía
está sobre una hoja reseca en el camino
Y
estoy aquí soñando una vez más contigo.
Observa
la nieve…
Se
derrite y baja, es río caudaloso,
Se
aboca la cascada cristalina,
Se
besa con las rocas y se funde
En
un silencioso abrazo
Con
el azul del mar.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
diciembre 29/12
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