UN NUEVO AMANECER (4)
Al abrir los ojos
El ardor se levanta conmigo, más no es de tristeza.
La tibieza de una extraña luz me despierta
Las pesadillas de la noche se acabaron,
Y entre las mismas, un amante se ocultó en los sueños
Abusó de la inocencia de una anciana
Prodigándole calor, /era fría la noche.
La niña al fin aparece… ¡no pasó nada!
Ser madre a ratos también duele y angustia
Ser hijo a ratos nos hace olvidar que algún día lo seremos
Y que descubriremos rocío sobre las ventanas
Perlas talladas en las puertas viejas.
Descubrí que pareciera el último amanecer del año
Pero me doy cuenta que es el primero
Acabo de nacer, hay una cítara en mi corazón
Una lámpara encendida
Se agita a la vez con las palmeras
Y el susurro leve de las brisas decembrinas
Asombrado está de los mágicos colores del sol.
Me has regalado un día más…
Despierta el mirlo cansado de ayer
De volar sin hallar el árbol de las hojas verdes
Y los frutos maduros.
Pero torna la esperanza entre las sábanas
Quiero volar, recobro las fuerzas
Soy una niña de 15 años,
Una garza blanca que parece una flor
Entre todo el verde que aparece
En el valle del olvido.
De volar sin hallar el árbol de las hojas verdes
Y los frutos maduros.
Pero torna la esperanza entre las sábanas
Quiero volar, recobro las fuerzas
Soy una niña de 15 años,
Una garza blanca que parece una flor
Entre todo el verde que aparece
En el valle del olvido.
Más luego te veo,
Eres los ojos del mar en mi existencia,
Mi razón de ser o no ser
Soy una grulla que se dobla
Para recitar un poema
Y agradecer por el prodigio
De un nuevo amanecer.
Eres los ojos del mar en mi existencia,
Mi razón de ser o no ser
Soy una grulla que se dobla
Para recitar un poema
Y agradecer por el prodigio
De un nuevo amanecer.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 30/12
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