sábado, 3 de noviembre de 2012

COMO UN ÀRBOL VIEJO




COMO UN ÁRBOL VIEJO


Vestidos de inconfundible dorado
Los sueños marchan tan aprisa como llegan
Las plumas viajeras aún con aliento nos suspiran
Cuando el sol las besa y las destiñe

Y una corriente fría las aleja…



Cuántos otoños musitando en una vieja silla

Donde la cadencia de la música adornaba sus labios

Una canción de cuna entre sus brazos

Su olor a rosas era el aura en su mirada.




Su tiempo terminó… los besos ardientes se los llevó la madrugada

Tantos sueños de ave voladora aprisionada

Donde los barrotes de la existencia nos mantienen

Y las pareces se tiñen de blanco mármol.




Besa lluvia mi desteñido traje

Deja que una corriente ligera me lleve

Enmudecida es la noche…oscura las mañanas,

Cuando marchar observo mis luceros.




Se aferra un árbol a la tierra

Sus raíces suspiran ante una sierra

Y en las notas de una cigarra escucho

Más que un llanto… una elegía lastimera.




Me desvisto ante la lluvia

Me descalzo y sigo tu huella que huye veloz

Admiro en el silencio una voz que susurra

Como las hojas cantadoras de la tarde

Presintiendo son tus besos… son tus alas…

Para volar silenciosa como llegas

Y dejar sólo el aroma de tu paso.




Y de nuevo en el sillón vacío te busco

Los besos también se han olvidado

Pero advierto que se renueva el verdor 

Y las hojas amarillas se ocultan de mis ojos

Que hoy divisan de tus verdes esmeraldas

La nostalgia que a su paso han dejado. 




Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, octubre 2/12


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