miércoles, 3 de octubre de 2012

SUPE QUE TE AMABA




Lo descubrì, cuando tus azules ojos
lo advertì en tu piel dorada
lo sentì en tus dedos acariciàndome,
cuando la luna plateada celosa nos miraba.


Cuando el cristal de las aguas mecìa tu rostro
y embebida en ellas te buscaba...
en la hoja desvestida por la brisa que veloz marchaba
cuando se amaban los sinsontes, y veìa el resplandor de tu mirada.

Sentì la presencia de mi amor por ti en tu lengua
en la humedad que habitaba en mì al  deletrear tu nombre
dulces melodìas sobre tu regazo, donde el amor parecìa un sueño
y las luces del amanecer, un pentagrama sobre tu pecho.


Lo comprendì cuando tus manos en las mìas...
un vientre lleno de cariños sin medida
donde se crecìan a la par de mis ilusiones
sin saber aùn que eran el ùnico tesoro de tu vejez.

Lo descubrì en el cambiante dorado de las hojas
en el reverdecer de los lirios del valle
cuando veloz corrìas como gacela asustada
buscando lo que aquì tenìas. 

Supe que te amaba en todo èste tiempo
cuando impacientes y temblorosas perlas bajaban por tu rostro,
imaginè que èste roble se procura eterno, sin importar màs
y èste cuerpo ardiente decidiò que se apagarìa en el tuyo.

Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, octubre 3/12

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