SONIDOS DE PAZ

SONIDOS DE PAZ

Parece que silencian las bombas,
Que las armas se fundirán,
Las manos una sobre otra
Cuando muchas palomas volarán.

Me huele a madrigal recién salido de tu boca
A labios que se besan, a pasos tranquilos
Flores al viento en un himno,
Ojos que lloran de felicidad.

Llega el aliento a orquídea fresca
Los veo caminar tranquilos,
Observar las maravillas escondidas
En los cerros donde me solía ocultar.

Parece que habrá lluvia de margaritas
De caminantes que enseñarán las guacamayas a cantar
Con un nuevo sol, descubrirán el color de las amapolas
La marihuana aliviará el dolor del caminante,
Masajeará las heridas del ayer.

Los vientos de paz tan añorados…
Relincho fuerte, levanto mis patas
La polvareda anuncia un día nuevo
No volarán en pedazos mis niños cantores,
Mi cabellera será mecida por la brisa fresca
Cuando los observe retornar,
Con esas sonrisas llenas de esperanza
A llenar los bosques de primaveras.

Una oración se escuchará, aún en silencio,
Por aquéllos que cerraron los ojos a la fuerza
Luchando con armas y violencia
Cuando todo era tan sencillo: voluntad.

Todos como uno, para sembrar un sueño
Encender una lámpara apagada y aprovechar los segundos
Para vivir el tiempo que nos quede,
Dejando en el ayer las pesadillas, los duelos, los trajes negros
Donde segura estoy, los más felices serán los goleros
Que hartos vomitaban la inmundicia
Con sabor a plomo y dolor.

Se antojarán de nuevo de los muertos
De los que cumplieron su ciclo a voluntad de Dios
Los veremos volar con las estrellas, cuando un hedor nuevo los impulse
Y en bandada lleguen a limpiar las playas,
Dejando sólo el abonador silencio, 

de los desechos que llegan con el mar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 30/12