domingo, 30 de septiembre de 2012

SILENCIO

SILENCIO

Por toda la eternidad, asì mi pensamiento viaja
aunque el frìo invierno, el fuerte verano
el huracàn azote de làgrimas mi alma.

Por èste tiempo de implacable dolor
que parece que se tallara para siempre
una làgrima, un beso  no son vàlidos.

Por el silencio de tus gritos,
tu alegrìa renovando nuestro jardìn
las flores que se regaron en tu làpida.

Por mi colibrì tierno de alas azules
el silencio de Beethoveen en mi espacio
tus grandes manos de niño hombre, tu mirada.

Por todo lo que fuiste cariño mìo
tus fugaces sueños perdidos en la nada
un ramo de làgrimas de mis ojos
para èste recuerdo que se talla como la roca
marchitando de a poco nuestra vida.

Por un cabello dorado que se robò el atardecer
viaja una oraciòn tempranera
el caudal de tu dolor cristaliza tu mirada
mi niño amado, un juguete hasta tu cuna.

Por el canto del zorzal advertido en mi àrbol
aquì estaràs puede ser como un gorriòn
tal vez un sinsonte de grises alas
o el àguila que acaba de cruzar.

Por el llanto del cielo sobre las flores
nuestros ojos mañana te veràn
un extraño sentimiento nos cobija
dile a mi madre, que no la puedo olvidar.

Por tu cometa de traje dorado...
vè... vuela... baila con las gotas de rocìo
abre tus alas que danzante la luna pasa
pon el sonajero de mi corazòn a tus oìdos.

Por los labios que se cerraron
cuando el atardecer prometìa un ocaso
doblo las rodillas mi niño consentido
te abraza mi sentimiento eterno
para decirte que siempre estaràs conmigo.

Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, septiembre 30/12



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