jueves, 27 de septiembre de 2012

APRISA


APRISA

Como éste huracán que nos cerca
Como la lluvia que cae sin miedo ni pesar
Me entrego a éste amor, a ésta piel
Corro… avanzo rápidamente sin miedo
Sé que estás ahí conmigo…

Me atengo a tus ojos divinos
A tu boca con sabor a miel del bosque
Me esfumo con la brisa que pareciera tener voz
Sus sedas me abrazan, me tocan, me acarician.

Voy tan aprisa que tengo miedo…
Y de nuevo busco la paz dentro de mí…
Mis huellas quedan en mi blanca pared
Mis ojos estarán siempre aquí
Navegando en las huellas de mi vida.

¡Voy aprisa…! tan aprisa que no me canso…
Ese agotamiento quedó en el pasado…
Mi palidez se torna como  la timidez de los capullos
Busco en el cielo azul lo que no encuentro aquí.

Avanzo… ¡apártense que aquí voy!
Tengo tanto afán por mi destino…
¿Pero acaso hay algún sitio para mí?
Voy llegando a la meta de mis sueños…
Y descubro que no existe…
Marchó con el navegante de ayer…

La marca se desvaneció con la lluvia…
Alguien me agarró fuerte del brazo
Me dejó a la deriva…

Descubro de nuevo, un pequeño tronco olvidado
A la vera del camino, como un anciano cansado…
Acaricio su torso desnudo al viento…
Le hablo pero no responde…

Me arrodillo y ésta vez, observo el iris
Que surca el cielo con magníficos colores
Y emprendo la huida de nuevo…

¡Apàrtenseeee! ¡Qué llevo prisa!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 24/12

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