A UN VIEJO ÁRBOL L2R
A ti que te robaron la sabiduría
que alguien destruyó tu fuerza
qué dagas clavadas en tu rostro
te hicieron bajar aprisa, con miedo.
Descanso hoy sobre tu pecho...
un camino lleno de escombros
un desierto ha quedado tras tu partida
un ave que no anidó sobre tus ramas
huyó aprisa... triste y herida...
Cuántas veces...
observando el universo estabas
silente, devoto, emocionado
abrigador recibiendo las aves,
abrasando del sol los rayos
para dentro de tus hojas estar cobijado.
Que triste levantar una mano
acabar con tu sabiduría...
aún muerto nos enseñas
la grandeza de la vida.
Ya descansado en cualquier camino
tal vez no hubo fuerza para elevarte
o simplemente sólo querían dejarte
como un vástago herido...
No quedó ni la sombra de tu huella...
no hubo más retoños...
tus raíces murieron tristes
pues alguien robó el corazón
de quien vivían prendidos.
La soledad hoy nos acompaña
el frescor de tus ramas se ha perdido
y el sabio sólo entrega su alma
para que la hiedra sobreviva.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 11/12
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