jueves, 28 de junio de 2012

CAMINOS 4


Mi monacho con Paulita

CAMINOS 4

Estos caminos empolvados...
Las arenas que de ardor me inflaman
Mientras recorro mi sino en silencio
Con la certeza de un nuevo mañana...

Navego en tranquilas aguas...
Mi mar es la cuna del amor
Aquí anidan las calandrias en mis manos
El sol no quema ni hiere mi piel.

Me desvanezco y voy a tu lado...
Con un perfume que pareces presentir
Y una suave brisa helada sobre tu rostro
Te dirá que estoy aquí.

Tomaré tu mano en la noche...
Cuando desprevenida estés,
Y cuando mi imagen ilumine tu rostro
Ahí estaré...

Una lágrima nueva cada día...
Mi recuerdo quedará sobre tu blanca pared
Pero no te afanes... Tu camino señalado está escrito
Sobre una pálida nube que vendrá por ti.

A mi espalda quedó ese ayer donde fui feliz
Donde los trabajos y sudores de la vida me encontraron;
Donde la prisa, me advirtió que alguien vendría por mí
Mientras mis brazos anhelaban esa piel tuya…
Y tus labios en los míos, con sabor a ramas verdes de limonares
Y el olor de tu piel prendida de mis blancos azahares
Anunció que tendrías que esperarme un poco más.

No se borrarán mis huellas…
Sobre una pálida hoja quedarán…
Y éste recuerdo donde otros se preguntan:
¿Quién es tan bello muchacho?
¿En dónde estará éste chico que parecía vestido de oro
Y su traje se marchitó antes del ocaso?

Más responderé pronto:
Estoy aquí… en el sitio donde mañana caminarás a mi lado
Y nunca más retorno habrá…

Aquí donde puedo tocar el cielo con mis manos
Y descubro la grandeza de Dios…
Aquí estoy… y mi felicidad no es de segundos
Aquí el tiempo no cuenta, ni las horas ni los minutos
Será eterno éste amor,
Que como el fuego de sus ojos me sostiene
Sobre una rosa roja que dejé en la noche,
Sin que la percibieras.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 26/12

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