CABALLOS EN EL ESTABLO

CABALLOS EN EL ESTABLO


Absorto estoy de tu mirada
La miel de tus ojos me hace enloquecer
Ese olor tan tuyo que se suda en el mío;
Ese suspirar profundo, altanero que huye veloz.

Ven mi dorado amante, te entrego los dulces de mi piel
Como rosas de un jardín que pareciera hurtado
Me escondo, tras los límites que me separan hoy de ti.

Correremos veloces, el mundo es nuestro
Nadie nos alcanzará si lo deseamos;
La fuerza de mi amor es una invitación
Sobre la sangre que domina éste furor.

Mírame… es níveo mi traje…
Es desnudo éste sentimiento como fresa jugosa
Deléitate que mañana no sé si llegará…
Relincha fuerte que desde el cielo escuchen
Que tu ímpetu para amar se ajusta a mi piel,
Y penetra en la profundidad de ésta fuente que espera
Como una dulce melodía que nos hará gemir sobre el pastizal.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 26/12