A MI MADRE L3R
Madre mía, tan blanca como la nieve
Tan clara como la lluvia matutina;
Fresco rocío de la mañana
Flor perfumada, limonar florido.
Abrazaré éste sueño de tus brazos,
Tibio regazo que me conmueve y me fascina
Frío no sentirán mis labios…
Tus oraciones me alegran y me animan.
No marcharás cuando el sol en el ocaso
Ni cuando del cielo las estrellas de la noche
Ni cuando la luna en el estero te dibuje
Y una lágrima ruede por mis mejillas.
Limpia y frágil en la mañana presentía
Que observando el sol de tus amaneceres
Vendría la reina de dorado revestida
A robar de mi alma los tesoros.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 20/12
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