MADRE L3R
Madre: ya no estás… /te presiento aquí
Eres ojos de cristal donde me retrato,
soy tu niño a consentir.
Flor del campo perfumada…. ¿en dónde estás?
Tal vez detrás de los lirios
que no te dejan hablar…
Recorro mi estancia sin ti.
Pareciera que la noche fuera eterna;
trato de aparentar sonrisas
mientras tu ausencia poco a poco
mata lo que hay en mí.
¿Qué se hizo mi bebé gigante?,
¿la niña grande que moraba cerca a mi ventana,
quien me tomaba de su mano como un niño
aunque mi cabeza estuviera llena de canas?
¡Qué silencio a pesar del bullicio!
Ese atoro fijo en el corazón
parece una llama encendida de amor y dolor
en espera de la rosa perfumada
Que pasa y pasa
con un rosario en la mano.
¿En dónde quedó el tiempo tuyo
linda princesa de mi corazón;
novia vestida de azahares?:
¿En el altar de Dios?
Tomaré el crucifijo entre mis manos
aunque pareciera un poco tarde.
Mis rodillas se doblaron y mañana, madre,
mañana aprenderé un rosario,
y no llevaré flores a la tumba.
Las dejaré cerca a mi casa
junto al Río Magdalena
donde tus ojos se extasiaban.
Y no lloraré más…
Mi linda descansó de su dolor.
No gemiré más tu ausencia
mientras en mi camino halle una flor.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 27/12
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