LA VOZ DEL ROBLE
Cuando ya tus ojos no divisen ni las sombras
Ni el trino escuches desde tu levantada hamaca,
Ni el canto del guacharaco con su despertar feliz;
Ni el león rugir entre los verdes cañaduzales.
Cuando el último brote de agua pura desaparezca,
El llanto sobre los madrigales te consuma;
Risa y llanto sonarán cual campanas,
Frondosos humedales serán dunas…
Cuando la brisa mañanera no te cubra
Sino un insoportable calor que te quebranta;
¡Vuela mariposa de colores!,
Gira con tus alas de diosa encantada
Y descansa, descansa que allí ya no habrá más duelo.
Cuando el sol enardecido quiebre tu ropaje,
Desnuda piel con la que has sido revestido,
Ni pluma de faisán, ni piel de tigre,
Ni dientes de león ni tus rugidos…
Nadie te escuchará,cuando las sombras te cerquen.
Implacable has sido devorador insaciable...
¿Cuándo se llenarán tus arcas hermano mío?
¿No te basta el dolor que mata el alma?
¿No te bastan los cajones de tus muertos
Cubiertos con mi vida;
Que ayer fue un majestuoso roble?
Me desnudo ante ti; ¡no soy nada!…
Sólo un maléfico cofre que guarda tus dientes prestados,
Una falsa sonrisa se convertirá en lúgubre carcajada
Que llenará mañana éste vacío, que sin una lágrima tuya
Has abandonado.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 5/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario