miércoles, 11 de abril de 2012

BUSCÁNDOTE


BUSCÁNDOTE

Te buscaré en las sombras de los miedos
En las oscuridades que penetran mi aposento
En los espantos que no permiten que sueñe
Cuando te presiento ausente…

Te buscaré en el sol de cada mañana
En el trigo abundante sobre la mesa
En el lago oscuro donde florecen los lotos perfumados
En las miradas cautivas e inocentes.

Te buscaré en el jardín de mis vecinos
He de cultivar mi propio huerto…
En los ojos de las aves sin destino…
Manso río cristalina fuente.

Te buscaré en el tronco caído…
En la hoja muerta al levantarla
En éste aliento que me regalas día a día
En las fiebres de dolores revestidos
Calma noche que me desvela en ti pensando.

Te buscaré cielo mío… amante mío de luz y tibieza
En los ancianos olvidados, en sus miradas entristecidas
En los niños que se lanzan a la calle
Que llenan de vicios sus entrañas...
Pues no te han buscado en sus caminos…

Creo que hoy te buscaré en ésta angustia nueva
En éste corazón que me oprime el pecho
Lágrimas que se desperdician con sus ruegos
Oraciones olvidadas, desteñidas…

Te buscaré cada mañana…
¡Qué dulces los que me ofreces… ¡ ¡qué árboles que sin riego aún florecen!
Y descansada en la roca fuerte que pusiste cuando me sentía por ti olvidada…
Alcanzaré la fruta apetecida…
Eres tú la providencia que vive en mi camino
Y eres el mago que llena de luz mi vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 4/12

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