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Antes de descansar un rato, quiero decir que mi computador está lleno de virus, qué porquería los que trabajan en ésto, son la peor escoria, así como los ladrones de sueños, y aquéllos virus que tenemos en el alma... la corrupción, la envidia, la mala racha.Quisiera que hubiera un chip para meter en el corazón del hombre, para que acabara con tanta mezquindad y egoísmo, un chip que matara las iras, que los abusivos no se aprovecharan del más débil y aquél avión que llega de un momento a otro no te siga cortando las alas...
Me encantarían virus de amor por todo lado, virus de besos y abrazos y que se contagiara el universo de ellos, virus para nunca derribar un árbol, para respetar la vida de todos los seres que habitamos el planeta.
Me gustaría el virus de tus brazos sobre mi vientre, apretando y tocando por donde quiera, ese virus que penetra y te hace ver maripositas de colores, y ese torso gordo, flaco, peludo, sin pelos, que te inspirara un verso, sin importar si es soñado.
Quiero esos virus que transmiten tus labios, virus de esencias y calores que se riegan por tu cuerpo y lo agitan velozmente como una cometa al viento o como un colibrí besando flores.
¡¡Quiero virus!! ... de esos virus buenos que alimentan el alma y te permiten seguir soñando con un día nuevo, ilusionada en esos brillantes ojos, en bocas que no pronuncien palabras que duelan, en dagas que nunca se utilicen contra los niños, en hijos amantes y respetuosos de sus padres, virus de amigos virtuales o no pero que amen, que abran el corazón cada día a un nuevo poema...
Quisiera estar llena de virus para amar, en mis brazos entregada siempre a ese maravilloso y contagioso acto...
Regálame tus virus, yo entregaré los míos en una sábana blanca que pintaré de letras cada día, agradeciendo siempre a Dios por éstos segundos, por éstos instantes, por todos esos virus que me llegan día a día contagiando mi corazón de ricos sueños.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 6/12
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