miércoles, 1 de febrero de 2012

VESTIDA DE BLANCO


Vestida de blanco como la aurora… te esperé…

Allí… a lo lejos…
Gaviotas al viento te anunciaban,
La gran barca acababa de llegar…

¡Extendí mis brazos al cielo!…
La copa de vino rojo aún levantada…
La música inició su trabajo olvidado…
Los girasoles voltearon  su rostro al sol,

Mi corazón en la mano,
Como una hermosa campana de navidad,
Y el ruiseñor mostró al fin su imagen…

Sólo miradas enmudecidas, sólo caricias...
Sólo manos...  Y el lucero se tornó azul...
Y mis ojos se llenaron del verdor de la pradera
Y se iluminaron como las estrellas adornadas de luna
Y los labios se juntaron y se bebieron mieles exquisitas...

Por fin hubo un cerrojo y la vieja puerta de madera
Parecía un arrullo de palomas escondidas…

El jardín se tornó dorado y se fusionó  de cielo…
El mar se hizo alcahuete del sol y se adelantó al festejo
Y entre todos nos fundimos…
¡Como el oro con el fuego!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 1/12


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