miércoles, 1 de febrero de 2012

LA HERMANA DE RANITA

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Aunque no lo crean… Ranita tenía una hermanita a quien amaba mucho, eran una sola, lloraban las dos, reían cada una con sus historias, también compartían sus sueños,  se abrazaban y se consolaban.

La hermana de Ranita se llamaba Lucía, ella era chiquitica y encantadora,  hacía reír mucho a la gente pues era muy graciosa y  tenía ese donaire tan especial que adorna a muy pocas ranas; y era que se daba con todo el mundo,  sus danzas eran muy graciosas, en las fiestas ella  era la reina,  pues a todos hacía reír sin cobrar nada.

Lucía tenía muchos problemas, tenía esposo, (algunas ranas los tienen), se habían jurado un amor tan eterno… /que duró lo que dura un merengue en la puerta de una escuela, sólo 22 años de convivencia, idas y venidas, luchas para sacar adelante a sus sapitos… pero todo terminó de la manera más cruel. La envió de vacaciones con sus renacuajos para poder organizar todo con la pejesapo, y al regresar a su charco,  se encuentra con la noticia de que ya no vivirá más con ella, pues se ha enamorado.

El sapo gordo de ranita parecía tan bueno y tan dulce, pero tenía un potente veneno que aprovechó  para colocar en la flecha que Cupido les había dejado, y ese amor se marchitó en su corazón… encontró una  pejesapo cubana y decidió que dejaría el pantano que lo cobijaba con Lucía  y  se largó con ella,  ¿por qué no?-  tenía 4 sapos  que él podría alimentar, ya las ranitas suyas no le importaban un carajo, y dejó todo tirado.
¡Lucía lo amaba tanto!… ella creía que sin ese sapo traidor moriría… pero no fue así… soportó las humillaciones, la soledad, la burla y  los insultos  de parte de la pejesapo que ocupó su puesto en el corazón del sapo, y siguió con su vida, otro  sapito cantaba en una laguna muy lejana, y ella  sólo esperaba que las cosas empezaran a mejorar para buscar su horizonte de nuevo.

Cierto día, Lucía desesperada por su situación económica y por sus renacuajos,  decidió ir al lago de Ranita… allí no todo era perfecto, pero sus hermanos  tenían buenos negocios en donde podría trabajar (tenían venta de lotos  y huevos de hormiga verde que eran muy costosos y apetecidos, por todos los sapos y ranas de las lagunas aledañas)  y con su mínimo sueldo se ayudaría… y así lo hizo…  fue a trabajar juiciosa, pero no contaba con que nadie la aceptaría, ni siquiera los de su misma especie…. Sus puertas se cerraron una a una, con una excusa diferente,  la humillaban como si no fuera parte de la familia, la avergonzaban, y con el rostro caído y llorando mucho… llegó de nuevo a la casa de Ranita quien  llena de dolor y  rabia  la abrazó y consoló.

¡No te preocupes Lucía!, generalmente cuando alguien está caído… todos se le vienen encima, esto es así… espera a que estés bien y verás que  los que te humillaron y te escupieron el rostro y se burlaron de ti, van a venir zalameros y te traerán  regalos y flores.

Sólo diré que Lucía organizó un estuche con esmaltes para dedicarse al oficio de  pedicurista; algunas ranas eran cochinas y aún así, ella con su humildad les arreglaba, hacía masajes y les dejaba los pies como nuevos, con unas uñas relucientes y limpias, pero esto no era suficiente…
Entonces  alguien le ofreció trabajo cuidando un anciano y lo hizo con todo el amor del mundo… pero cuando ya llevaba unos días… alguien se ofreció por la mitad de lo que le pagaban a la hermana de Ranita y de una vez le dijeron que no regresara, con el llanto del anciano que pedía que la dejaran con él.

Llegó con su pequeña bata de enfermera y sólo miró a Ranita… ella  comprendió  todo y sólo la consolaba… -tranquila Lucía-  ya vendrán días mejores.

Al fin uno de los hermanos con mucho recelo decidió darle el tan ansiado trabajo, después de casi suplicarle... pero  8 meses después de haber llegado al lago de Ranita…

Todos se fastidiaban con su presencia, ¡pues sí!… venía a incomodar a los que estaban bien plantados y no necesitaban más estorbos… ya cada uno tenía lo que deseaba, negocios, bienestar y todo el mando… y una rana chiquitica, abandonada por el sapo de su marido con 3 hijos, era una carga para cualquiera… lo mejor era lanzar a la calle a esta rana jodona y que mirara a ver qué hacía con su vida.

Así sucedió… de nuevo llegó Lucía ilusionada con ésta oportunidad, pero en ningún sitio la dejaban... por más que intentara hacer bien su trabajo, que se esforzara, era un estorbo y un fastidio para quienes ahora se creían los grandes empresarios, no necesitaban a nadie más, menos a una persona de la familia que viniera a incomodar, ¡no señora!…  ¡a esa miren a ver a donde la ponen! … ¡no sirve para una mierda!... ¡quién hizo esto!.... Eso tuvo que ser lucía… y así con todas las injusticias que se cometen sin ningún remordimiento… la hermana de Ranita terminó empacando sus cosas de nuevo y se largó para Venezuela, encontró una gran hoja de Victoria Regia y ahí se montó con sus renacuajitos  y la mascota que tenían.

Ranita la despidió muy triste… pero al fin y al cabo estaría mejor en su casa, a nadie incomodaría, no se fastidiarían con su presencia, y no  tendrían que ayudar a alguien que necesitaba una mano amiga, en un momento tan difícil de su vida.

Ranita le dijo: Tranquila hermanita… ya verás mañana…. Con tus propios ojos lo vas a ver, y lo siento  mucho pero cuando Dios nos pone en el camino a alguien es para probarnos, para ver hasta dónde puede llegar nuestro amor por el prójimo, creemos que lo que nos fue dado en abundancia, es porque hemos sido muy buenos, y lo merecemos, pero en cualquier momento todo se acaba, y sentiremos vergüenza por las oportunidades que se fueron de nuestras manos de ayudar a quien lo necesitaba, y por la crueldad de nuestros actos arrogantes, aún con nuestros propios hermanos.

Tantas veces tocamos a la puerta equivocada, y como magia, la providencia llega y todos  quedamos  perplejos; porque tentar a Dios es grave y más… burlarnos de quien está triste, oprimido y necesitado de ayuda, "arrieros somos"...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 31/12


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