lunes, 6 de febrero de 2012

RECORDANDO A MI VIEJO



Qué hermoso recordar esa infancia...
Los mínimos detalles de la vida
Tus manos... Las mías...
Tus cantares como ruiseñor al viento
Tus abrazos morenos con sabor a lluvia fresca.

Qué bello retornar al ayer
Las faldas de mis montañas...
El chillido que no adivinas
El mirlo negro, el blanco...
El toche trinando siempre
Tu cálida voz en las mañanas.

Qué divino recordar ese ayer
Las mantas tibias abrigando
Tú mi padre tan bello, tan amado
Hoy tan lejano y ausente
Tan gris en mí mirada...

Qué fantasías vividas
El roble no terminó de envejecer
El comején destruyó tus pulmones
Donde tantas veces suspirabas
Por esas piernas sonrosadas
Y esos pechos de pomelo.

Aún así ahora yo,
Esperando llegar a ti de nuevo,
Éste paisaje tan hostil tan duro…
¡Éste ambiente que se torna huracanado!
Olvidando que ayer en tu preciosa estancia;
Mi vida hermosa dibujaba
Entre inmensas rosas y margaritas
Y enredaderas que ha matado el tiempo,
Entre lágrimas vestidas de azahares.

Barranquilla, febrero 6/12


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