EL ENCANTO DE LA NIÑEZ
Salomé. Bogotá, febrero/12.
¿Quién como un niño, contemplar la vida?
¿Quién como rosa en todas las estaciones de la vida,
Regalar ese beso perfumado igual al suyo?
Aquí estás… ¡la bella niñez tan consentida tan amada!
Tibias manitos que siempre donan, que siempre regalan,
Labios tiernos oración eterna en nuestro corazón…
Es pequeño el jardín para tus ojos…
Te extasías y te contentas con todo y con poco
Hueles los perfumes de la vida y te agradan;
Te gusta el canto de la rana, te encantas con sus saltos…
Adoras la humedad de los prados,
El olor a fresco de los pinos…
¡Qué adorable la vida de los niños!
Qué bello observarlos sin desear verlos crecer.
Queda ese aliento por siempre a orquídeas.
La brisa fresca y fría de la mañana
Que como el aliento de alguna flor del campo,
Marchó en medio de llanto y su belleza fundida
Voló con las gaviotas de la tarde…
Aún así… belleza, candidez, espuma blanca,
Eres el perfume de la vida que contemplas.
Cada día una rosa blanca…
Cada noche un espumoso y tibio tetero
Con un pecho que te descansa, mientras sueñas,
Con ángeles que siempre te elevarán…
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 6/12
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