Mientras mi E.T., se saca todo el sudor de su cuerpo
cansadas carreras detrás de nada
fatigas que se han vuelto cal y llanto
mientras yo aquí esperando una mirada suya.
Creo que lo enviaré en una nave azul
surcará el cielo y desde allí mirará cuán grande es el mundo;
se olvidó de regalar abrazos
los dejó entre bultos de cemento
donde también se han quedado sus pocos pelos.
Qué será de mi E.T.?...
yo lo quiero como era antes...
antes de que se oscurecieran los tiempos
antes de que las granadas dañaran sus oídos
y la sangre que vio correr en las montañas
enturbiara la calidez de su alma...
¡Cómo deseo un abrazo suyo!...
sin las máscaras de la hipocresía
danzar con él con sus piernas trabadas en las mías
correr... ¡siempre correr!...
pero no tras los sueños ajenos
sino tras los de él... abrazados a los míos.
¿Qué pasará con mi E.T.?...
Dios mío... devuélvelo... aquí está el terreno para que plante
aquí está abonado mi tiempo con lágrimas
pero aún así... encontrará ese oasis en medio de mis piernas
que lo hará gemir y gritar de contento...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 3/12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario