Pedazo de amor imposible, ¿aún te ríes de una anciana?
mis plateadas canas tienen un brillo extraño hoy
mis ojos siempre húmedos parecieran de otro tono;
tienen un color ilógico que abruma,
un corazón que tiene un fuego que enceguece
será que aún... ¿hay cenizas encendidas?
Hoy me descubrí de nuevo...
desperté casi que escuchando la aurora;
un motivo lozano anida en mi corazón
mientras percibo un perfumado aliento;
no de extraterrestre rondando mi habitación,
sino de una tez morena sobre los arenales
mis pies descalzos que dejan huella;
mientras las aguas juguetonas borran
y me endulzo con la canción de las olas
que se entregan al radiante sol.
El alcatraz no huye presuroso
se lanza con un nuevo ímpetu;
encuentra un anhelado manjar...
lo esconde se sacude emocionado,
nuevamente, mirando hacia el ocaso
retorna a su agitado vuelo.
Qué bello éste sentimiento
me encantan éstos calores a mi edad
¿quién dijo que es el amor para la juventud?
serán sus ardores sexuales...
más lo mío es diferente;
extasiada miro al cielo azul
es exquisito el color naciente,
el cántico del zorzal me anima
las flores de un nuevo amanecer.
Sigo un caminar sin destino
percibo que las caracolas me llaman;
que el silencio es bondadoso
mientras me levanto muy suave;
casi tocando las nubes
me relevo de nuevo
plantando rosas en otro jardín.
RAQUEL
BQUILLA, OCT.8/11.
mis plateadas canas tienen un brillo extraño hoy
mis ojos siempre húmedos parecieran de otro tono;
tienen un color ilógico que abruma,
un corazón que tiene un fuego que enceguece
será que aún... ¿hay cenizas encendidas?
Hoy me descubrí de nuevo...
desperté casi que escuchando la aurora;
un motivo lozano anida en mi corazón
mientras percibo un perfumado aliento;
no de extraterrestre rondando mi habitación,
sino de una tez morena sobre los arenales
mis pies descalzos que dejan huella;
mientras las aguas juguetonas borran
y me endulzo con la canción de las olas
que se entregan al radiante sol.
El alcatraz no huye presuroso
se lanza con un nuevo ímpetu;
encuentra un anhelado manjar...
lo esconde se sacude emocionado,
nuevamente, mirando hacia el ocaso
retorna a su agitado vuelo.
Qué bello éste sentimiento
me encantan éstos calores a mi edad
¿quién dijo que es el amor para la juventud?
serán sus ardores sexuales...
más lo mío es diferente;
extasiada miro al cielo azul
es exquisito el color naciente,
el cántico del zorzal me anima
las flores de un nuevo amanecer.
Sigo un caminar sin destino
percibo que las caracolas me llaman;
que el silencio es bondadoso
mientras me levanto muy suave;
casi tocando las nubes
me relevo de nuevo
plantando rosas en otro jardín.
RAQUEL
BQUILLA, OCT.8/11.
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