jueves, 20 de octubre de 2011

MI EXTRATERRESTRE (10)



Llegó cuando no lo buscaba, se quedó cuando deseaba que no estuviera, deambula en las noches por mi habitación, su color es venido del cielo, tiene azules ojos, piel trigueña, cabello antes rubio, hoy escasea y forma una gran torta de obispo sobre su cabeza.

Tiene grandes dientes, una bocaza que abre para lanzar groserías que ya me gustan y me hacen reír, no me disgustan tanto porque aprendí a sentir el sabor correcto, y sólo reprendo de vez en cuando con agua bendita: “¡apártate Satanás que a mi casa no entrarás!”,  efecto instantáneo: silencio total, cejas de aparador fruncidas, nariz resoplando como un buey en la pradera, piernas (tiene 2 y le llegan al suelo, decía mi padre), uñas un poco descuidadas, sólo se las arreglé una vez, antes de sus gritos y sus ultrajes,  pues alguna vez le dije con mi cálida voz : “¡eche!, ¿qué te pasa?, acaso no tienes 2 grandes manos el doble de las mías? … no me creas tan hueva,¡arréglatelas!, y así mi amado extraterrestre aprendió ésta sencilla tarea que quería endosármela; me hubiera tratado bien, con cariñito, ¡claro que le caminaba y le haría eso y hasta más!

Tiene brazos fuertes, trabaja de camionero, reparte mercancías del negocio de mi hermano Pedro; una ferretería; es todero, acelerado, ordinario como él solo, pobre camión parece un automovilista, Dios es grande porque con semejante aparato  y sabe meterse en huecos donde nadie se atrevería, si alguien se le atraviesa, con mucha educación propia de él dice : ¡qué pasa hijueputaaaa! , ¿le  compraron el pase?, a lo que el otro paisano le responde:  ¡¡vaya coma verga!! , y me pongo de todos los colores, a veces digo a mis hermanas, ¿qué pasó conmigo?, ¿como pude enredarme con alguien así?

Mi  Extraterrestre tiene muchas manías, más que yo, las mías no las cuento porque no tendría gracia, él es la víctima y le voy a dar duro, así como él ha hecho conmigo durante 22 años…

Hoy estaba riendo cuando vino por mí, estaba hablando con Myriam Jara y nos reíamos mucho porque le estaba contando algunas cosas,  y  ella me dijo,: “tienes que escribir sobre esto,  tienes que hacerlo” y entonces pues como ella es mi amiga,le estoy dando gusto.

Me  preguntó:  ¿de qué carajos ríe tanto?   -le respondí que él sería el personaje principal de una historieta-,se hinchó y yo seguía riendo, le dije vas a ser “Mi Extraterrestre”,  -¡ah qupe bien!¿y de qué se trata eso?-  de todas las mañas que trajiste del  planeta de donde viniste a joder mi vida , - acelera un poco más; ya estábamos llegando al negocio - y se queda viéndome a los ojos y me dice su palabra preferida: “¡usted tiene huevoooo!, a lo que respondí  con sonora carcajada.

Le conté a mi amiga que Mi Extraterrestre se levantó sonriente, toda la noche migó, roncaba con satisfacción mientras yo me aceleré con mi arma y la descargué con toda la fuerza sobre sus planchetos cojines que no se avergonzaban ante mi candidez.

Seguidamente me di unas cuantas patadas por la cabeza... jajaja!  Myriam Jara apareció en la escena, sonriente, no le importó su cirugía tan reciente y con una gran carcajada despertó al tiranosaurio que dormía a su lado, corrió, buscó el aerosol y lo esparció por toda la habitación. Una vez satisfecha se miró al espejo, respiró profundamente; revisó los dentones y sin usar palillos, sino con los dedos, sacó toda la comida que había dejado en ellos, luego se recostó en el diván a pensar, a divagar sobre aquéllas  migaciones que vendrían de ahora en adelante a su vida.

Ya le había contado a otra amiga que se llama María, sobre mi amistad con Myriam y ahora con mis personajes principales tendría una bella historia para reír un rato; creo que a ellas ni risa les da, pero de vez en cuando me buscan la lengua y me preguntan por mi amado.

Le referí  que se levantó de mañana, con unos calzoncillos de conservador, creo que Tato los conoce, azul cielo, pero ahora tenían un color desteñido y ya les había echado el ojo, apenas se los quitara, sin que se diera cuenta, se irían a la mierda, pues era amante de colocarse los del cavernícola del hijo que tenía mucho parecido a él,  ¡jajajaja!, cuando se enteren me van a fusilar entre los dos, porque ahora calzoncillo con raya marrón que encuentre tirado en el baño, va a la basura sin pena, a ver si compra nuevos  y mi hijo esconde los suyos para que no se los coloque y dejan el verraco desorden,porque me cansé de que todo lo dejen tirado y sea quien les recoge el mugre.

No le da pena cuando llega mi hermanita Chiqui y se luce como un espantapájaros caminando a un lado y otro con sus calzones anchos y casi a la cintura; nos miramos y no aguantamos la risa, nos escondemos para que no nos vea, y se hace que está mirando a los perros por la puertecita del patio, con el único pretexto de que mi hermana lo mire… jajaja! a mí me parece gracioso , quedamos buen rato allí,  y como se da cuenta que no estamos por ahí, se baña, sale con la toalla que los perros le han sacado un buen pedazo o con la mía para que me dé rabia, porque no me gusta  que usen mi toalla, me parece asqueroso, los hombres cuando son pendencieros, tienen sus cosas por ahí y terminan pegándosela a las hermosas damas que tienen como esposas, a los  ”angelitos” que Dios puso en sus caminos.

Tiene la maña de mirar a las jovencitas, les mira todo delante de mí, al principio me sentía un poco mal, pero superado el asunto, creo que todos los hombres lo hacen porque mi padre era igual, era muy enamorado y todas las mujeres le parecían bellas, lo único que destacaba era que mi madre era su reina y como tal la trataba.

Pero todo en él no es malo, lo malo fue que se encontró con una media naranja que no era la suya, ni la mía, no nos entendemos, pero ríe cuando hago bromas, ya las está aceptando con agrado, cuando me gritaba o recibía sus insultos, al principio sufrí mucho, lloraba mucho y hasta sentí deseos de marchar, muchas cosas desagradables han sucedido en mi convivencia, y conste que no quiero dejarlo por el piso, simplemente no somos el uno para el otro, pero el destino se empeña en que sigamos juntos o no tomo la decisión porque terminas acostumbrándote a la mala vida.

Hace unos días le dije: bien, te voy a ser franca, -pues me dijo que me largara cuando quisiera, que ahí estaba la carretera y que él no se cortaría las venas por mí-, si aparece alguien en mi vida, que me acepte y me quiera como soy, y si me doy cuenta que es una persona valiosa con quien pueda ser feliz aún a pesar de mi edad, de mis fracasos  y de todo lo que ha sucedido conmigo, no  lo dudaré un segundo y estás advertido, es más, creo que me voy del país, voy a viajar a España y esa es la razón por la que hicimos el sacrificio con Carolina para que viajara y aprendiera el Alemán, porque ella me dará la mano y voy a estar allí a su lado y con la persona que me ofrece unos días de felicidad que no los he logrado contigo.; –se quedó callado un instante- , luego me dice: - pues bien, me parece bien, pero envías euros-… a lo que le respondí: te quedas con mis niños, me los cuidas bien, al igual que la casa y mis cositas, pero lo único es no traes a vivir aquí a mi casa a ninguna vieja, a lo que me responde: ¡lo primero que saco es a esos putos perros para la calle, olvídese!, ¿me crees huevón?,   -yo reía- ,ya lo sabes, de lo mismo que he recibido todos éstos años vas a recibir, pero de frente y sin anestesia.

Lógico que es mentira todo lo que digo, pero sueño con algo así, mi vecina tiene una historia de película,  y ¿porqué a mi no me puede suceder igual?

Tal vez me motive a guardar mis charlas con Myriam o con Benjamín, pueda ser que me anime, mientras voy dejando recuerdos y llenando espacios con mi vida, ésta es la realidad, no disfrazo nada ni quiero aparentar que soy la gran dama, sólo una mujer común y corriente, con tristezas, alegrías sueños y más sueños que tienen mi cabeza como aquél día en que ilusionada, abandoné mi buen empleo donde era apreciada y respetada, por ir tras unos sueños que resultaron ajenos a los míos.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 20 / 2011


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