lunes, 10 de octubre de 2011

EL SOL EN EL OCASO



Solía pensar como tu escrito...
ver los días más soleados,  grises
creía  que la barca de mi vida en abandono me dejaba
imaginaba que era el ser más infeliz...
más volteé mi rostro mientras alguien suplicaba
y comprendí que lo mío era sólo una caricia,
alguien se arrastraba  pidiendo lo que me sobraba.

Una queja, un anhelo un sueño
siempre los míos olvidando los ajenos
el tiempo me ha dicho que cumplí un ciclo;
todo no se realizará o todo está resuelto
antes... muchos antes de haber sido..

Escuché  a mis papayeros ayer prisioneros,
entonan nuevos cánticos en libertad
más me recuerdan y llegan;
responden los sones que envío
retozan, saltan y cantan sin aparente motivo;
(digo yo en medio de mi torpeza),
pero descubro que son agradecidos
su inteligencia no viene de nosotros
sino de la luz que los alienta día a día...

Ayer veía a mi amiga corriendo, agitada
las cargas todas las tenía,
un marido ocioso y mantenido 
hoy... su gris mirada mira al cielo conmovida
se aferra a lo que cree haber logrado
más su cáncer le hace metástasis
ella tan fina, tan bella, tan agradecida
creo que sí ... hay una luz ...
ella  la tiene y me digo:
"ese ángel ya cumplió su ciclo",
o puede ser que mañana un aliento nuevo
nos permita ver otro milagro de vida.

Aquí sobre mi escritorio de piedra
tal vez algunos dolores que ya no siento;
la costumbre me sostiene, una gran roca me resguarda
ya lo mío no importa... he de ver un poco más allá
mis alas se han renovado y no por cuenta mía;
mis ojos recobran la visión... (alguien me costeó unas gafas)
ya cumplimos un ciclo, no importa la edad;
no lo decidimos nosotros.

Mientras el sol ilumine un ocaso,
se nos permite aún soñar...

Raquel
Barranquilla, octubre 9/11.



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